El amor que le juró terminó a golpes

La escena del crimen era aterradora. Había ropa interior tirada al rededor del cuarto y sangre en las paredes, suelo y cobijas. En medio de la cama estaba boca abajo el cuerpo sin vida de Tatiana Andrea Grueso, de 22 años, que a simples rasgos se notaba había sido víctima de un despiadado ataque, pues su rostro y cuerpo estaban maltratados.

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