El presidente Santos entregará esta semana un lote de 20.000 metros cuadrados para construir el Museo de la Memoria del conflicto armado.
“Uno se muere cuando lo olvidan”, decía el escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo. La frase no podría caer mejor en el momento actual. A pesar de que Colombia ha soportado durante muchos años una guerra sin cuartel, puede decirse que es un país de poca memoria: sin grandes monumentos, sin relatos heroicos y de espaldas a su pasado.